¿Te gustaría poder desplazarte hacia donde quieras con solo pensarlo?
Gracias a un equipo de la Universidad de Zaragoza integrado por dos Ingenieros Informáticos, un Ingeniero de Telecomunicaciones y un Físico, hoy es posible, ya que han inventado una silla de ruedas inteligente y un robot que pueden ser controlados y dirigidos con la mente.
Para utilizar la silla de ruedas, tan sólo necesita colocarse en su cuero cabelludo un gorro con una serie de electrodos que, mediante un electroencefalograma, detectan fluctuaciones de milisegundos en la actividad de su cerebro.Estas fluctuaciones se producen cuando el usuario mira hacia un punto preciso. Para que funcione, un sistema informático le va marcando diferentes puntos en la pantalla a los que dirigirse. Cuando señala al que la persona quiere ir, se activan una parte del cerebro, y así lo recogen los electrodos.En mapa que se visualiza en la pantalla es en tres dimensiones y se genera con un láser instalado en la silla, de forma que continuamente se va explorando lo que hay en los alrededores. También lleva unos sensores en las ruedas que cuentan el número de rotaciones para no perder la posición en la que se encuentra en cada momento.La señal detectada por los electrodos se envía a un sistema de navegación autónoma, que conduce la silla al destino deseado, evitando colisionar con los obstáculos del camino.
Gracias a un equipo de la Universidad de Zaragoza integrado por dos Ingenieros Informáticos, un Ingeniero de Telecomunicaciones y un Físico, hoy es posible, ya que han inventado una silla de ruedas inteligente y un robot que pueden ser controlados y dirigidos con la mente.
Para utilizar la silla de ruedas, tan sólo necesita colocarse en su cuero cabelludo un gorro con una serie de electrodos que, mediante un electroencefalograma, detectan fluctuaciones de milisegundos en la actividad de su cerebro.Estas fluctuaciones se producen cuando el usuario mira hacia un punto preciso. Para que funcione, un sistema informático le va marcando diferentes puntos en la pantalla a los que dirigirse. Cuando señala al que la persona quiere ir, se activan una parte del cerebro, y así lo recogen los electrodos.En mapa que se visualiza en la pantalla es en tres dimensiones y se genera con un láser instalado en la silla, de forma que continuamente se va explorando lo que hay en los alrededores. También lleva unos sensores en las ruedas que cuentan el número de rotaciones para no perder la posición en la que se encuentra en cada momento.La señal detectada por los electrodos se envía a un sistema de navegación autónoma, que conduce la silla al destino deseado, evitando colisionar con los obstáculos del camino.
El sistema es capaz de recoger dos órdenes por minuto, por ellos se encuentra en fase de perfeccionamiento del programa que permite al ordenador leer el cerebro para que el control sea aún más natural. También tratan de aumentar el número de órdenes que se realizan por minuto.
Por ahora, la silla no puede utilizarse más de dos horas, debido a que se utiliza un gel para aumentar la conductividad en la cabeza y este producto, a las dos horas, comienza a endurecerse, perdiendo sus propiedades.
Por ahora, la silla no puede utilizarse más de dos horas, debido a que se utiliza un gel para aumentar la conductividad en la cabeza y este producto, a las dos horas, comienza a endurecerse, perdiendo sus propiedades.
En cuanto al otro proyecto, el del robot, se utiliza el mismo procedimiento, pero a distancia. Es decir, el robot tiene una cámara y la persona ve en una pantalla dónde está la máquina. Piensa hacia dónde quiere que vaya y esa información se transmite a través de internet al prototipo, que se mueve en la dirección solicitada.
Aunque su aplicación no será inmediata, las aplicaciones futuras de estas investigaciones son innumerables. Servirá para técnicas de rehabilitación o, por ejemplo, para los pacientes que no pueden moverse y que solo con su pensamiento podrían manejar estas máquinas y convertirlas, incluso, en una ventana al exterior. Por ejemplo, el robot podría estar en un centro comercial y la persona desde casa vería lo que hay allí. Sin embargo, su uso y posible lanzamiento al mercado tardará años en llegar. De momento, la aplicación más inmediata del control de máquinas con la mente serán los videojuegos. Aproximadamente dentro de un año y medio podría salir al mercado alguna consola que se pueda manejar con el pensamiento.
En estos enlaces puedes ver una demostración del funcionamiento de ambos:
Mª Cándida Alcaide Barba
Profesora de Tecnología
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